La expedición Zunzunegui

El martes 8 de septiembre de 1964, alrededor de las ocho y media de la mañana, la Expedición Zunzunegui desapareció súbitamente de la faz de la tierra. Desapareció también un grupo de ciclistas y una joven con la que en aquel momento retozaban. Ninguno había cumplido aún los veinte años.

“Próximo a cumplirse el cincuentenario de la Expedición Zunzunegui –escribe el autor-, un grupo de críticos me sorprendió con el encargo de ofrecer al público la presente edición conmemorativa que reúne por primera vez la ordenada transcripción de sus grabaciones y una antología de textos relacionados con cada una de ellas. Es de justicia advertir que este honor, por inmerecido, no obtuvo general aceptación: uno de los supervivientes de la Expedición, con el que llegué a ponerme en contacto, me envió como respuesta la cita shakespeariana que verá el amable lector -tradicionalmente llamado así por su feliz disposición a pasar el rato- si sigue haciendo honor a su condición y vuelve la página.”

“Yo soy un hombre antiguo -advierte-: cuando digo lector quiero decir también lectora.”